DESCUENTO: 20% en Efectivo o con Transferencia
Conducir por cualquier parte de Texas puede llevarte medio día, tranquilamente. Por ejemplo, se tarda más de cuatro horas solo en ir desde Fort Worth, ciudad natal del cantante de R&B Leon Bridges, hasta Houston, de donde provienen los trotamundos psicodélicos de Khruangbin.
El estado es inmenso, surcado por extensiones rugosas de ruta flanqueadas por acantilados de piedra caliza y montañas de granito, bosques de pinos y mezquites, kilómetros de desierto o hectáreas de praderas interminables, según en qué zona estés. Y todo eso está inmerso bajo el Texas Sun, el sol tejano que da nombre al nuevo EP colaborativo de Bridges y Khruangbin.
“Le dicen big sky country, tierra de cielo inmenso”, comenta Laura Lee, bajista de Khruangbin. “La línea del horizonte va de un lado al otro sin interrupción. Hay algo realmente reconfortante en eso.”
En Texas Sun, estas dos fuerzas de vanguardia de la música del estado se encuentran en algún punto intermedio de ese paisaje, en un nexo mítico entre el pasado, el presente y el futuro de Texas: unos territorios oníricos donde los géneros se difuminan con la misma naturalidad que el terreno. Un lugar que convoca por igual a los cowboys que bailan en Billy Bob’s de Fort Worth, a los fans del hip-hop chopped-and-screwed del sur de Houston, a los pibes de arte que se toman un ácido en Austin, y a los hijos de la mezcla cultural que crecieron escuchando tanto mariachi como post-hardcore en la frontera mexicana de El Paso.
Todo eso se superpone en un melange multicolor, en tonos púrpura tan vibrantes e impredecibles como uno de los atardeceres legendarios del estado. Es un viaje a través de nostalgias de hogar, romances en el asiento trasero y contemplaciones nocturnas: el tipo de disco pensado para escuchar con las ventanillas bajas y la ruta zumbando suave debajo.
Como las autopistas que lo inspiraron, Texas Sun te lleva a donde necesitás ir —sobre todo si no tenés apuro en llegar.
$68.750,00
Precio final: $55.000,00
Conducir por cualquier parte de Texas puede llevarte medio día, tranquilamente. Por ejemplo, se tarda más de cuatro horas solo en ir desde Fort Worth, ciudad natal del cantante de R&B Leon Bridges, hasta Houston, de donde provienen los trotamundos psicodélicos de Khruangbin.
El estado es inmenso, surcado por extensiones rugosas de ruta flanqueadas por acantilados de piedra caliza y montañas de granito, bosques de pinos y mezquites, kilómetros de desierto o hectáreas de praderas interminables, según en qué zona estés. Y todo eso está inmerso bajo el Texas Sun, el sol tejano que da nombre al nuevo EP colaborativo de Bridges y Khruangbin.
“Le dicen big sky country, tierra de cielo inmenso”, comenta Laura Lee, bajista de Khruangbin. “La línea del horizonte va de un lado al otro sin interrupción. Hay algo realmente reconfortante en eso.”
En Texas Sun, estas dos fuerzas de vanguardia de la música del estado se encuentran en algún punto intermedio de ese paisaje, en un nexo mítico entre el pasado, el presente y el futuro de Texas: unos territorios oníricos donde los géneros se difuminan con la misma naturalidad que el terreno. Un lugar que convoca por igual a los cowboys que bailan en Billy Bob’s de Fort Worth, a los fans del hip-hop chopped-and-screwed del sur de Houston, a los pibes de arte que se toman un ácido en Austin, y a los hijos de la mezcla cultural que crecieron escuchando tanto mariachi como post-hardcore en la frontera mexicana de El Paso.
Todo eso se superpone en un melange multicolor, en tonos púrpura tan vibrantes e impredecibles como uno de los atardeceres legendarios del estado. Es un viaje a través de nostalgias de hogar, romances en el asiento trasero y contemplaciones nocturnas: el tipo de disco pensado para escuchar con las ventanillas bajas y la ruta zumbando suave debajo.
Como las autopistas que lo inspiraron, Texas Sun te lleva a donde necesitás ir —sobre todo si no tenés apuro en llegar.